Mejora mucho la calidad de vida en el día a día cuando disfrutas de un espacio que está iluminado de forma natural.
Ya no es solo una cuestión de ahorro energético sino que hablamos también del bienestar de las personas.
Si estás pensando en mejorar esta situación y poner una claraboya en tu cubierta, tanto si es obra nueva como si queremos sustituir una claraboya que ya teníamos instalada, debemos asegurarnos de varios aspectos importantes.
Estos cuatro puntos van a condicionar los precios, los plazos de entrega, la disponibilidad en fábrica y el tipo de proyecto que vamos a realizar.
Las dimensiones que tenemos del hueco de forjado.
El uso principal que le vamos a dar a la claraboya: fija sin apertura como fuente de iluminación, con apertura para ventilar, con salida a la cubierta, etc.
Qué tipo de apertura queremos: manual o eléctrica.
¿Tenemos alguna necesidad especial referente a la protección contra incendios? de ser así acudiremos a la gama de claraboyas especiales para la evacuación de humos.
Si preferimos que la claraboya sea manual podemos elegir entre la claraboya telescópica manual y la claraboya por husillo que se abre con una manivela tipo toldo.
También tenemos las claraboyas eléctricas especialmente indicadas cuando están a gran altura o son inaccesibles; son muy cómodas porque van equipadas con un motor que funciona mediante un sistema de control por mano a distancia o mediante un interruptor según elija el cliente.
También puede equiparse con un sensor de lluvia que cierra la claraboya si se queda abierta o con un sensor de viento.
En cuanto a las claraboyas para la evacuación de humos pueden ser automáticas (se fuerza la apertura con un fusible térmico calibrado a 91 grados) o con electroimán (se abren por impulsión a 24 voltios y se pueden conectar a una centralita o sistema de protección contra incendios).
Si nuestro problema es que tenemos una cúpula dañada por un impacto o por otra cuestión, debemos medir bien la propia cúpula por el exterior para saber cuál es la medida correcta que necesitamos.
A la hora de realizar su encargo hay que tener en cuenta que las claraboyas pueden ser monovalvas, bivalvas (dos cúpulas parabólicas) o trivalvas (tres cúpulas parabólicas) y dependiendo de las valvas que lleven aumenta la protección exterior y el nivel de aislamiento que proporcionan.
Si estamos interesados, por ejemplo, en poner una claraboya bivalva nuestra recomendación es que elijan una cúpula de color hielo en el exterior ( que es translúcida por lo que protege y matiza la luz) y para la interior seleccionaríamos una cúpula transparente (que mantendrá el nivel de iluminación).
También debe saber que las cúpulas pueden ser estándar (polimetilmetacrilato de metilo PMMA) o especiales (heatstop para la protección de la radiación solar, de alto impacto con una gran dureza y resistencia, de policarbonato compacto o de policarbonato celular para una protección especial contra el fuego).
Con estas cuestiones más definidas será más fácil reconocer lo que necesitamos para nuestro proyecto u obra y ponerlo en marcha.
En caso de duda puede ponerse en contacto con nosotros y le asesoraremos de forma personalizada.
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